Tiroteo en EE.UU.: asesino puso en fila a víctimas y las ejecutó una a una
El pastor Jong Kim, fundador de la Universidad Oikos dijo que el hombre de origen coreano One Goh, autor confeso del atentado, había sido alumno de Enfermería
(Foto: Reuters)
San Francisco (Agencias) . Se saltó las clases durante meses, hasta que en la mañana del lunes el hombre de origen coreano One Goh regresó a la universidad privada de Oakland, en California, y organizó un baño de sangre con siete muertos.Ordenó a sus antiguos compañeros ponerse en fila y contra la pared, relató al “San Francisco Chronicle” el veinteañero Paul Singh, reproduciendo lo que su hermana Dawinder le contó entre lágrimas. “Mi hermana me llamó mientras corría y me dijo que le había dado (un balazo)”, señaló.
La joven, de 17 años tiene una herida de bala en el brazo, pero es una de las supervivientes del tiroteo que el jefe de policía de Oakland, Howard Jordan, describió como un crimen “chocante y sin sentido”.
En declaraciones a la cadena CNN, Jordan indicó que Goh puso a sus víctimas en fila y las ejecutó una a una. “Fue una calculada ejecución a sangre fría en la clase”, aseguró el policía.
SIETE VÍCTIMAS MORTALES
Diez personas recibieron disparos en la Oikos University, de las que cinco murieron entre la lluvia de balas y dos poco después, a causa de las heridas. Según los primeros datos, las víctimas son seis mujeres y un hombre de entre 20 y 40 años, informa el diario local “Oakland Tribune”.
Los investigadores barajan los motivos que pudieron llevar a actuar así al autor de los hechos. El hombre, de origen coreano y de 43 años, se presentó una hora después del tiroteo en un centro comercial y dijo a los empleados de un supermercado que había disparado a gente y debía ser detenido, informan medios estadounidenses. Según testigos, estaba tranquilo; casi como anestesiado, opinó una mujer.
ASESINO FUE ALUMNO DE ENFERMERÍA
El pastor Jong Kim, fundador de la institución, dijo al “Oakland Tribune” que el autor del tiroteo había sido un alumno de Enfermería. Sin embargo, no estaba seguro de si la universidad lo había expulsado o si fue él quien abandonó voluntariamente sus estudios. Kim escuchó unos 30 disparos, pero no vio nada. “Me quedé en mi oficina”, declaró.
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